Este chico me recuerda al mecánico que vino a casa a instalar las ventanas y puertas de mi casa, durante unas reformas. Era verano y estaba empapado de sudor, yo le ofrecí una birra y le animé a quitarse la sudada camiseta. Su pantalón de loneta ajustado a su cuerpo parecia una segunda piel marcando sus fuertes muslos y su abultada bragueta parecia querer clavarse en sus partes. Él me sonrrió mientras bebía, al ver las miradas que echaba a su entrepierna, yo armado de valor apoyé mi mano en su paquete y apreté. Ehhh...!!! Tranquilo, solté y empecé a desabrochar el pantalón, su polla gruesa y dura como la piedra se sintió liberada, deslicé la piel hacia atrás y descubrí un hermoso capullo, caliente y humedo que llevé a mi boca, lo lamí lo chupé y lo introduje todo lo que pude en mi boca para mamarlo, pero él no tardó en retirarlo e indicarme que donde a el le apetecia meterlo era en otro agujero, yo asentí y le dí la espalda para que me desabrochara los pantalones y me trabajara el culo, preambulo a la penetración. Pero él solo se limitó a huntarme un poco de crema hidratante. Chillé con la primera embestida, al sentir como me estiraba el ano, cm a cm fue introduciéndome aquella hermosa polla. Con la verga completamente dentro e inmovil, me empezó a pellizcar los pezones y morderme por la espalda, después empezó a moverse follandome con fuerza y deprisa, hasta explosionar como un volcán, su semen caliente y abundante empezó a llenar mi túnel, su orgasmo fue demoledor. Después empezó a acariciar mis testículos y a masturbarme, tuve una buena corrida. Los cinco días siguientes fueron mucho mejores, aún que no tenia mucho miramiento cuando me follaba pero me llebaba al orgasmo manteniendome bien penetrado. Aquella polla entrando y saliendo mientras me corria me producia un placer fuertisimo, después se corria él. Cuando pasaron los 5 días y terminó la obra. Me confesó que era heterosexual y que aquella experiencia era nueva para él, una curiosidad o un exceso de adrenalina, pero le habia valido la pena. No volvimos a mantener relación alguna ni contacto.
Este chico me recuerda al mecánico que vino a casa a instalar las ventanas y puertas de mi casa, durante unas reformas. Era verano y estaba empapado de sudor, yo le ofrecí una birra y le animé a quitarse la sudada camiseta. Su pantalón de loneta ajustado a su cuerpo parecia una segunda piel marcando sus fuertes muslos y su abultada bragueta parecia querer clavarse en sus partes. Él me sonrrió mientras bebía, al ver las miradas que echaba a su entrepierna, yo armado de valor apoyé mi mano en su paquete y apreté. Ehhh...!!! Tranquilo, solté y empecé a desabrochar el pantalón, su polla gruesa y dura como la piedra se sintió liberada, deslicé la piel hacia atrás y descubrí un hermoso capullo, caliente y humedo que llevé a mi boca, lo lamí lo chupé y lo introduje todo lo que pude en mi boca para mamarlo, pero él no tardó en retirarlo e indicarme que donde a el le apetecia meterlo era en otro agujero, yo asentí y le dí la espalda para que me desabrochara los pantalones y me trabajara el culo, preambulo a la penetración. Pero él solo se limitó a huntarme un poco de crema hidratante. Chillé con la primera embestida, al sentir como me estiraba el ano, cm a cm fue introduciéndome aquella hermosa polla. Con la verga completamente dentro e inmovil, me empezó a pellizcar los pezones y morderme por la espalda, después empezó a moverse follandome con fuerza y deprisa, hasta explosionar como un volcán, su semen caliente y abundante empezó a llenar mi túnel, su orgasmo fue demoledor. Después empezó a acariciar mis testículos y a masturbarme, tuve una buena corrida. Los cinco días siguientes fueron mucho mejores, aún que no tenia mucho miramiento cuando me follaba pero me llebaba al orgasmo manteniendome bien penetrado. Aquella polla entrando y saliendo mientras me corria me producia un placer fuertisimo, después se corria él. Cuando pasaron los 5 días y terminó la obra. Me confesó que era heterosexual y que aquella experiencia era nueva para él, una curiosidad o un exceso de adrenalina, pero le habia valido la pena. No volvimos a mantener relación alguna ni contacto.
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